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Entrevista a Cyan

Cyan es un grupo a seguir muy de cerca ya que se está consolidando en el pop-rock nacional. Compañeros de concierto con grandes como Amaral, suelen contarnos en sus canciones lo cotidiano desde su propia subjetividad. Hemos tenido la oportunidad de cruzar unas palabras con Jordi, Sebas, Gorka, Javier y Antonio que aquí os dejamos.

¿Cuáles son las influencias que tiene Cyan?

Todos los grupos se influyen y nutren unos a otros, es inevitable que cualquier cosa que escuches, por distinta que sea a lo que haces, te acabe impregnando de un modo u otro. Puede ser su música, estética, o forma de construir una canción o hacerla sonar. Y creo que es sano y constructivo.

No podría decirte que nos ceñimos a tales o cuales bandas en concreto, somos cinco personas musicalmente muy inquietas, escuchamos desde temas acústicos de Bon Iver hasta electrónicos de Depeche Mode, pasando por todo lo que te encuentres por el medio.

No os gusta que es encasillen en un tipo de música o de grupos. Hemos oído decir que habéis encontrado vuestro sonido. ¿Cómo es el sonido Cyan?

Con este nuevo disco hemos dado un gran paso adelante a nivel de identidad como banda, nos exigimos a nosotros mismos avanzar e ir buscando nuevos sonidos y matices. Tenemos la sensación de que hemos mantenido la esencia emocional y épica del primer disco, pero añadiendo energía afilando las guitarras, los ritmos y las partes electrónicas.

¿Qué transmiten las canciones de Cyan?

Nos gustaría pensar que cada canción tiene su propia historia, nosotros por lo menos así lo hemos concebido y tratado de plasmar. A veces en algunas entrevistas nos dicen que nos envuelve un halo de nostalgia, pero no nos consideramos para nada un grupo triste o derrotista. Más bien lo contrario, creo que cuando has acabado de escuchar el disco la sensación es positiva.

Las letras de vuestras canciones son, por así decir, difusas. Tienen su hilo conductor pero van y vienen. ¿Por qué?

Nos gusta enfocar los textos de tal manera que evoquen imágenes o sensaciones, los sentimos como una parte más de la canción que debe ir acorde a lo que transmite la música. Además también nos gusta la idea de que cada persona pueda hacer suya la canción, pueda encontrarle un significado totalmente distinto al que le vemos nosotros.

Se dice que sois poperos en el disco y rockeros en directo. ¿Dónde os ubicáis vosotros? ¿Dónde estáis más a gusto?

Estamos igual de a gusto en estudio que en un escenario, pero evidentemente en un escenario sientes la música más viva y esa inyección de energía hace que todos los temas adquieran ese tinte más rockero. Nos gusta ver que la música es algo orgánico y moldeable.

¿Qué sensación queréis que se lleve el público de vuestros conciertos?

La misma que nos llevamos nosotros cuando salimos de un buen concierto. Básicamente la de haber estado viendo algo hecho de verdad y con el corazón, sentir que la energía fluía por el escenario contagiando al público. Cuando es así, llegas a sorprenderte vibrando con grupos con los que nunca pensarías que te pudiese pasar.

Día de la música en Rockola FM, 100 grupos en un solo escenario

La terraza de Rockola.fm se ha consolidado como un escenario de grandes eventos musicales. Prueba de ello es la celebración de “El día de la música”. Un concierto de dos días de duración, desde las diez de la mañana hasta las doce de la noche ininterrumpidamente, donde cien grupos se darán cita y mostrarán su buena forma.

Será los próximos días 19 y 20 de junio. Ya hay un montón de grupos confirmados y, durante la semana, se irá desvelando el resto en XTRA de Rockola.

¡No pierdas detalle y apúntalo en tu agenda!

Elegido el cartel oficial de las fiestas del Pilar 2010

FOTO: Ramón Cómet

“Por una mayoría muy clara”, según palabras de Dª Pilar Alcober, concejala de cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, ha ganado el concurso del cartel Fiestas del Pilar 2010 la obra “De todo para todos”, de Héctor Manuel Paz Espallargas, zaragozano de veintidós años y diseñador industrial.

Doscientos cincuenta proyectos se han recopilado en este concurso, consolidado como uno de los más importantes del diseño gráfico en España para que el jurado, un completo grupo de veinte personalidades relacionadas con el diseño, la cultura y el arte gráfico, tuviese muy complicado decidirse por el alto nivel cualitativo de los carteles presentados.

El cartel de Paz Espallargas, que consigue el premio de tres mil euros y el reconocimiento de ganar este gran concurso, dice Alcober que: “recoge la ciudad de Zaragoza y todo lo que surge durante las fiestas del Pilar. Además, no deja frío y va a gustar mucho, aparte de dar mucho juego”.

Los áccesit, premiados con seiscientos euros cada uno, han recaído en Juan Sevillano por “La fiesta de todos”, Gerardo Ruiz por “El color de la ofrenda”, Óscar García por “Encachirulada” e Iñaki Fernández por “Partícipe activo”.

Los Secretos en Zaragoza: El recuerdo de un mito.

A las nueve y media estaba previsto el arranque del concierto de Los Secretos, anoche en la Oasis de Zaragoza. Y, como en las grandes citas, el público llenaba a esa hora la sala, para no perderse ni un detalle de la salida a escena de Álvaro Urquijo y los suyos. Adolescentes de los ochenta que decidieron justo pagar treinta euritos por cabeza y disfrutar de la música que les acompañó en sus años de mocedad. Con la sombra de Enrique en las memorias de los cuarentones que jalearon, sobre las diez menos diez, al oir los primeros acordes de guitarra, esperábamos ansiosos las canciones que todos nos sabemos por haberlas oído cientos de veces y porque, a muchas de ellas, les hemos acoplado recuerdos personales y forman parte de la banda sonora de nuestra vida.

No era esta la idea del concierto, como ya se expuso en su presentación y Los Secretos comenzaron a tocar esos temas poco conocidos (que son menos que sus éxitos), incluyendo versiones de otros artistas, como El blues del autobús de Miguel Ríos o Volver, volver, de Fernando Z. Maldonado -todo un clásico- , salpicado por canciones más conocidas que encendían a un público fácil de animar porque ya venían predispuestos de casa. Se han oído muchas solicitudes de “las de siempre” y, a pesar de los dos bises, muchas se quedaron en el tintero, sin asomar.

Me ha llamado la atención la timidez poco simulada de Álvaro. La poca conexión con la gente que casi podía tocar. Con una sala llena hasta la bandera de personas dispuestas a darse a uno de sus grupos favoritos nos hemos quedado… no diré fríos porque, si algo funcionaba bien en la sala Oasis, era la calefacción pero sí con un puntito de indiferencia. No creo que muchos digan excitados mañana que asistieron al conciertazo de Los Secretos. Y no por falta de ganas de haber querido ir.

Pincha aquí para ver todas las fotos del concierto

Entrevista a Hayseed Dixie

Hayseed Dixie es un grupo… diferente. Cuenta su leyenda que, hace años, encontraron un vehículo accidentado y, dentro, además del finado conductor, toparon con unos discos en vinilo de AC/DC. Desconocido para ellos hasta entonces, dió un giro en su repertorio de música bluegrass y les permitió introducir el rock en un estilo ya de por sí de origen muy mezclado.

A un mes de venir a España a demostrar de qué son capaces, estos cuatro Hillbillys nos cuentan, desde su origen hasta hoy, de que van:

-Explicadnos el origen de Hayseed Dixie

Comenzamos en 2001, simplemente bebiendo mucha cerveza y tocando en el porche de casa, con el banjo, el violín y la guitarra española. Un fin de semana hicimos un disco de AC/DC con este estilo, para divertirnos. Dimos este CD a algunos de nuestros amigos para sus fiestas y, de repente, empezó a sonar en varios programas matutinos de radio por Estados Unidos. Nos sorprendió mucho. Entonces encontramos un sello discográfico que quiso lanzar el disco al mercado. Se vendieron cien mil copias, en Estados Unidos, en unos cuantos meses. En ese momento, decidimos realizar una gira. Y aún estamos girando. Todo fue un enorme y feliz accidente pero estamos viviendo un gran momento y se amplía cada año el número de países nuevos para ir a tocar. Este es nuestro segundo año en España (el primero fue impresionante) y, este año, nos estrenaremos en Finlandia e Italia.

-Ahora, habladnos de la música Bluegrass

El término “Bluegrass” fue creado por Bill Monroe cuando llamó a su banda “The Bluegrass Boys” en la década de los cuarenta. Básicamente es el estilo “Hillbilly mountain” (agrorock o rock paleto), interpretado con instrumentos acústicos, normalmente banjo, guitarra, mandolina, violín y bajo. Nuestros padres lo llamaban “Mountain music” (música montañesa). Creo que es originaria de Escocia e Irlanda porque es de donde procedía mucha gente emigrante asentada en las montañas Apalaches de Estados Unidos. Pero esta música folclórica irlando-escocesa original, se mezcló en las montañas estadounidenses con la española (por los colonos de Florida) y la alemana y, también, con ritmos y sonidos africanos de los esclavos negros que abundaban en el sur. El banjo tiene origen africano. Por tanto, el Bluegrass actual es un amplio compendio de muchas músicas folclóricas diferentes. Y, ahora, nosotros lo hemos fusionado con el rock.

-Cuáles son las diferencias entre country y bluegrass

Bien. Mucha gente en América piensa que la música country es un estilo muy pulido que salió de Nashville. Es, básicamente, música pop con un gangueo. Piensan en gente como Garth Brooks o George Strait. Se caracteriza por que se habla muy rápido y es muy comercial. Y, sobre todo, nunca incluye un banjo o una mandolina.

-Cual es el mensaje de vuestras canciones

Queremos que la gente beba, baile y venga a pasarlo bien. Eso es lo que cantamos todo el tiempo. El único mensaje que siempre queremos enviar a la gente desde el escenario es el número de la habitación del hotel. Un espectáculo de rock and roll debe ser diversión, no una escuela de lectura. Tenemos muy firmes opiniones personales sobre política, historia o economía y siempre estamos atentos para aprender de donde vamos pero… Nos sentimos felices comentando sobre estos asuntos sentados alrededor de una mesa en un bar que no es lo que hacemos en el escenario. En el bar, hablamos. De concierto, ¡Rockeamos! ( At the bar we talk, on stage we rock!).

Dicho esto, algunos de los temas tienen dos o tres niveles diferentes. Si quieres buscar un significado detrás de ellos, prestando atención puede encontrarse otro sentido. Pero si no se quiere pensar demasiado, también suena muy bien.

-Qué ofreceis al público europeo

Queremos brindar la oportunidad de ver un rock and roll versionado con instrumentos folks y… ¡¡todo lo que hemos dicho anteriormente!!

Como decían un par de amigos entendidos en música hace unas semanas, cuando alguien hace algo nuevo es como abrir una ventana y que entre una bocanada de aire fresco. Y Hayseed Dixie vienen pegando fuerte. Eso no se puede negar.

Entrevista a Baden Bah!

Baden Bah! está en plena promoción de conciertos con su último disco La ciudad paso a paso. Este nuevo trabajo es la continuación de una larga trayectoria que, aunque estuvo latente durante un tiempo, no se ha interrumpido desde hace veinte años. Toda una vida dedicada a la música de estos cuatro músicos que tienen personalidad propia y, juntos, se funden para conseguir multiplicar más que sumar. El próximo concierto es el jueves 12 de febrero en Madrid, en la Sala Moby Dick. ¡No te lo pierdas!

-Baden bah! tiene la frescura de un grupo nuevo con dos años seguidos desde vuestra vuelta y una carga brutal de conocimiento en la música

-Es lo que nos diferencia de los demás. Esa es la clave. Tenemos la ilusión de los chavales que acaban de arrancar y la experiencia de veinte años tanto en las tablas como escuchando música y de cultura musical que es lo que entregamos al público.

-¿A qué suena Baden Bah!?

-A música hecha con todo el corazón. Hemos puesto todos nuestros sentidos y toda nuestra sensibilidad en lo que hacemos. En el disco y en los directos. Suena a auténtico.Tenemos un sonido tan “nuestro”, la voz de Jimmy es tan característica, tan personal que resulta difícil compararnos. Hay gente que dice que tenemos reminiscencias ochenteras que, teniendo en cuenta que nacimos en esa década, es lógico que conservemos algo aunque también de los noventa y de hoy, claro. Nos gusta mucho como se hacían antes los discos. No tan comprimidos como ahora que se hacen sonidos para que quepan en Mp3. No. Más como antes, con todos los colores, con todo la tonalidad para que haya dinámica. Nos gusta escuchar los discos en vinilo que, cuando antes nos decían que sonaba mejor, pensábamos que era para gente pasada. Pero, ahora, lo entendemos. El oído distingue todo lo que se pierde en comprimido.

-Pero habrá que tener el oído capacitado de algún modo especial para sentir esas notas…

No. La gente lo nota en general. Lo de oír con la carpeta grande en la mano lo hemos hecho todos. De repente, se acabó y todos nos lanzamos al CD un montón de años. Y cuando hemos vuelto a escuchar el vinilo nos ha sorprendido muy gratamente.

-¿Qué dice Baden Bah a su público?

-Nuestro lema es “Puede ser verdad”, que viene en el disco y lo tenemos por todos los sitios. Ese es el mensaje. Puede ser verdad porque creemos en nuestra música y lo que intentamos es transmitirla, que se contagie la ilusión de nuestra música. Hace poco hemos abierto un bar en Salamanca, el Baden Bar, donde todas las noches hay música en directo. Nos acostamos muy tarde pero el atracón de buena música en vivo no nos lo quita nadie.

-¿Cómo son vuestras letras?

-Están muy elaboradas. Casi todas son de Jimmy, aunque Pepe también ha escrito algunas. Jimmy que es un filósofo y le encanta la poesía escribe como una prosa, con metáforas, con poesía pero transmite con un lenguaje muy de ahora. Con unas letras muy cuidadas, es una de las cosas que más repite la crítica, llaman mucho la atención.

-Vuestro último trabajo “La ciudad paso a paso” es un compendio de doce temas muy diferentes entre sí. ¿Qué presenta?

-Es como un tapiz. Cada uno tiene su hilo; su color. Con esos hilos (la voz de Jimmy, la guitarra de Pepe,… ), es una continua referencia a lo largo del disco pero es como un tapiz que se va mezclando, se superponen esos hilos y van dibujando en esencia lo que cada uno llevamos dentro. Dentro hay muchas canciones. Entre ellas, unas rescatadas de los ochenta pero producidas hoy, otras nuevas y por eso podemos encontrar swing, rock, medios tiempos, funky,… de todo.
Nos ha salido un guiso muy compensado. Tiene un poquito de todo.

-¿Porque sois capaces de enfrentaros a cualquier tipo de música?

-Por supuesto. Jimmy compone rumbas, Jon, el batería toca jazz, flamenco, ritmo latino, música tradicional cubana, reggae,… Jon es el motor. Pone el cemento y el ritmo y los demás construimos encima. Es como el conductor de la montaña rusa y nosotros nos montamos y a gozar.

-¿Por qué, tal y como está el mundo musical, entráis de lleno en él?

Venimos con toda la ilusión del mundo. Esa es la clave; que lo hacemos de corazón; que creemos en ello. Vemos gente que está aquí metida por otras cosas. A nosotros nos da igual que haya crisis, falta de presupuesto en las instituciones,… Aquí estamos presentando nuestra música, recorriendo España y, lo mas importante, pasándolo bomba en los conciertos sobre el escenario. Y eso se transmite. Si el concierto sale bien, incluso un buen ensayo, te vas para casa pensando que merece la pena todo. Todos los amplis que has cargado, los kilómetros de carretera, las cuerdas que has roto,… La gente se queja mucho pero hay que tocar más y lamentarse menos.
Existe un anclaje en modelos antiguos que ya no funcionan. Hay artistas que sacan sólo versiones y más versiones de lo mismo sin crear nada nuevo. Hay miedo a explorar, a salir de la misma isla a la que se han dado todas las vueltas posibles y hay muy pocos grupos que rompen. Cuando sale alguno dices: ¡Por fin! Es como abrir una ventana.

Pues mucha suerte a Baden Bah! Un grupo consolidado que impregna la ilusión y la frescura de quien vive cada día como una experiencia irrepetible.

Con Revólver en el Teatro Principal de Zaragoza

Un concierto con Revólver no es uno más. Es el concierto. Jamás me había sentido tan cerca del artista como esta noche. Carlos Goñi tiene más tablas en el escenario que el Santísima Trinidad. Antes de las 21:00, hora oficial de inicio, el Teatro Principal de Zaragoza estaba hasta la bandera. Y Revólver no se hizo esperar. Al poco rato, se apagaron las luces y aparecieron cuatro músicos perfectamente compenetrados.
Carlos ha hecho una presentación descomunal, impecable, perfecta: ha dicho lo que pensaba con toda humildad; con toda sencillez. Hablando de su infancia cuando, al venir a Zaragoza a ver a su familia, pasaba por el Teatro Principal y lo veía grandioso. Hoy estaba en el escenario y se recreó en el nerviosismo que le produce estar frente a tanta gente que le duró… no más de unos segundos. Lo cierto es que Carlos disfruta con pasión de la música, del publico y de sus letras. “Letras tristes, sí, por culpa de ellas”.

Carlos Goñi es de esos tíos capaces de sentirse en su casa hasta en el infierno. Toca según le apetece de su prolijo repertorio y, el resto de la banda, le acompaña. En palabras suyas, esto es como el trivial: se las tienen que saber para seguirle.

Revólver habla del sudor del alma, de lo que nos dejamos en el camino según avanzamos por la vida. Es la banda sonora del lamento silencioso que, inconsciente, se nos escapa cuando estamos solos y nadie nos oye. Cuenta que el amor es valioso por la cantidad de trabas que tiene en el camino y lo fácil que es fracasar. Que se guarda en un frasco frágil expuesto a todo tipo de agresiones. Y ese es su mérito cuando sale adelante.

Carlos Goñi es un poeta inmerso en un mundo “borde y con aristas”, cruel y enfermo desde el origen, plantándole cara de la mejor manera posible: Diciéndole frente a frente que siente el dolor porque aún conserva un corazón vivo, aunque se le dé la vuelta.

Estar fuera de lugar en un momento dado es tener la oportunidad de aprender a mirar desde otro lado. Y aunque desde ahí no veas el faro del mundo, te tienes a ti para encontrarte y sacar un poema del fracaso.

Y lo mejor de todo, es que eso te lo cuenta a ti, al oído, sin importarle tener o no razón porque, en el fondo, es lo que siente.

SoliNavidad supera las 16 toneladas de alimentos y cierra el día con el concierto de La Guardia

Hace unos cuantos años (más de los que querría), escuché a José Antonio Abellán en los 40 principales (más años, más) hablando sobre La Guardia. Éste decía que el grupo era de lo mejor pero que habían metido la pata con la elección de manager. Me pilló muy pequeño para entender aquello aunque, ciertamente, no ha sido un grupo con suerte.

La Guardia tiene canciones que forman parte de la historia. Y no solo una. El blues de la Nacional II, Cuando brille el sol o Mil calles llevan hacia ti son buena prueba de ello y, sin menospreciarlas, El mundo tras el cristal puede ser candidata a la mejor canción del pop español.

Ayer, Zaragoza se levantó con un día desapacible, lluvioso, frío y, como no, ventoso. De esos días que estás deseando salir de currar para irte a casa y que no te despeguen de debajo de la manta ni con espátula. Sin embargo, a unos cuantos (como para llenar más de medio auditorio), nos han movido y vaya si nos han movido.

El presentador de la Cadena Ser, Miguel Montañés, ha ejercido de maestro de ceremonias. Agradeciendo las aportaciones a SoliNavidad, de particulares y organizaciones, que han conseguido rebasar con creces las 16 toneladas fijadas en un principio, superando las 20 toneladas de alimentos que se donarán a la Hermandad del Santo Refugio, para su posterior reparto entre los más necesitados, se ha prodigado en elogios hacia los que se habían molestado en desplazarse para tan noble causa. El año que viene, más.

Pero, como el propio Miguel anunciaba, no podía quedarse la celebración de este acto de generosidad sin un broche de oro en forma de concierto. Pasadas las diez y media, comenzaba a sonar Los mapas siempre mienten, haciendo brotar esa mezcla de melancolía y “vuelvo a ser un chaval” entre los ochenteros que, con ventaja, éramos mayoría aunque no los únicos. La carretera, Vámonos, Pequeña Lolita y hasta quince temas, incluyendo sus éxitos antes mencionados, han conseguido refrescarnos la nunca olvidada voz de Manuel España y bailar sin parar de cantar toda esa banda sonora de retazos de nuestra vida.

Con la tranquilidad de la experiencia en un escenario, España y los suyos gozaban dando su recital, más que aprendido, haciendo filigranas sobre cada una de las canciones como si de un “más difícil todavía” se tratara. Y les salían todas.

La Guardia es de esa gente que huele a buena gente. Sencillos, currantes y que no sólo se han ganado lo que han conseguido. Han merecido mucho más.

Por cierto. En febrero tenemos nuevo disco de La Guardia. Y este es de los que hay que comprar, escucharlo muchas veces y guardarlo con cariño.

Más fotos del concierto pinchando aquí

Charlando con David DeMaría

David DeMaría es sencillo, sensible y ameno. Transparente cien por cien de los que parece que te conoces hace años a los tres minutos de haberse presentado. No es una entrevista. Más bien, una charla entre amigos. El artista jerezano se ha consolidado como un grande en la música y un enorme en lo que de verdad importa en la vida: entregarse a los demás, en este caso, dando forma a los sentimientos.

Tu nuevo trabajo, “Relojes de Arena”, presenta a un David DeMaría renovado. Háblanos de ello.

Cuando uno afronta un nuevo proyecto musical, como es hacer este disco, lo trabajo bastante en todos los aspectos desde la composición hasta la producción final y creo que hay un paso adelante en madurez musical, en definitivamente ratificar que he encontrado mi propio sonido. Lo difícil hoy en día es distinguirse en el panorama musical y creo que está demostrado que los discos de David DeMaría tienen su propia huella sonora, que he conseguido una identidad propia y esto va implícito en Relojes de arena. Es un paso profesional a nivel de arreglos, producción,… y luego hay otros asunto como el título…

Entonces, ¿Por qué el título “Relojes de Arena”?

Vivimos en una sociedad en que todo va demasiado deprisa y no hay momento en que, precisamente con estos relojes de arena, parar tu propio tiempo y ser capaz de valorar las cosas básicas y más cotidianas como el diálogo, la cercanía,… lo contrario a este materialismo que hoy nos invade y creo que algo tan artesano como un reloj de arena nos lo deberíamos de autoasignar de vez en cuando.

Las pequeñas cosas, ¿se ven a simple vista o requiere algo más?

La sensibilidad te hace tener una visión de las cosas que permite apreciarlas e ir directo a encontrar esta vista y estar dispuesto a ser sorprendido. Lo que ocurre es que hoy el escepticismo está a la orden del día y los medios de comunicación están cambiando el carácter a la gente en general y eso hace que no valoremos el cine, la música,… Lo que me da pena y casi miedo es que una crisis económica como la que estamos viviendo desemboque en una pérdida de sensibilidad y de valorar las cosas.

¿Qué dice “Relojes de Arena” a la gente de hoy?

Es un disco en el que intento crear lazos de unión y de comunicación porque lo bonito de poder escuchar a un artista en concreto o un grupo que te mole es que te identifiques con él, con su manera de interpretar, de componer y creo que Relojes de Arena puede ser una buena terapia para que la comunicación entre las parejas, por ejemplo, sea más fluída. O hay canciones que pueden apoyar a abrirte a los amigos, a la familia,… Esto es lo que me gustaría que ocurriese con relojes de Arena y, por suerte sé, por que me lo dice la gente en la web, en el blog o en los foros que utilizan las canciones para expresar lo que sienten pero no saben cómo decirlo. Esto son las cosas bonitas que pueden ocurrir con Relojes de Arena

¿Qué queda del David que jugaba en los charcos de Jerez?

Sin duda alguna queda la esencia del recuerdo y quiza que uno, a medida que se va haciendo adulto lo que quiere recuperar es la niñez y, cuando se es niño, yo jugaba a ser adulto. En mi niñez me rodeé de gente mayor: mis primos, mis amigos, la gente donde yo vivía eran siempre mayores que yo y por eso siempre fui un poco adelantado y, sin embargo ahora, sí que me gustaría volver a jugar con los charcos como cuando era chico. Las añoranzas empiezan a aflorar.

Tus valores personales que, obviamente los transmites perfectamente en tus canciones, marcan un criterio de vida. Por ejemplo, tú perteneces a una Hermandad en Jerez…

Yo salgo de nazareno en Semana Santa con la Hermandad del Silencio y es una tradición con la que me he criado desde pequeño. En esa Iglesia se casaron mis padres, fui bautizado, la casa de mi abuela está enfrente de esta Iglesia de San Miguel en Jerez y, al menos, mantener vivas las tradiciones te da un orden de vida. La noche de Jesús, como se conoce en Jerez al Jueves Santo, a mí me ordena estar con mi Hermandad siete horas viendo sin ser reconocido, desconectando del mundo, pensando en mis cosas. Sin embargo, parece que lo cool, moderno o lo vanguardista tiende a ver las tradiciones como algo malo o inservible. A mí no me gusta seguir las modas pasajeras y sí continuar con las tradiciones de mi infancia. Algunos medios de comunicación, con un sólo locutor pueden hacer mucho daño ridiculizando sin sentido las tradiciones.

Este sábado disfrutaremos del concierto de David De María, presentando Relojes de Arena, que promete hacernos sentir, y mucho, en la Sala Oasis de Zaragoza.

Entrevista con Pedro Guerra

Pedro Guerra es de esas personas que, en cuestión de segundos, te hace sentir a gusto conversando con él. Su humildad y sencillez son su carta de presentación.

Lanzas versiones volumen I, vendrá versiones volumen II. En total son 30 canciones…
Sí. El proyecto se llama versiones y consta de dos volúmenes. El primero es “Alma mía” que es el que acaba de salir y el segundo se llamará “Contigo en la distancia” que verá la luz a finales de febrero. En total son treinta canciones y son versiones que hago yo sobre una parte importante del cancionero más clásico de hispanoamérica.

Canciones que te traen recuerdos…
En algunos casos sí. Canarias tiene una relación cultura muy fuerte con latinoamérica, al menos en el ambiente en que me he movido y, cuando yo era pequeño, mi padre que tenía mucha afición por cantar, cogía una guitarra y cantaba canciones latinoamericanas. Algunas de esas canciones que, probablemente son las primeras canciones que yo escuché de niño, están en este proyecto.

¿Y qué aportas tú a estas canciones para que sean nuevas, frescas?
Simplemente yo las canto a mi manera. De hecho, es un disco muy desnudo en que estoy sólo con la guitarra porque quería impregnar al disco del espíritu de esas reuniones en que hay unos amigos o un grupo familiar y alguien que sabe tocar la guitarra la coge y empieza a tocar canciones que todos conocen y todos cantan en grupo. Ese es el espíritu y por eso en este disco yo he cogido la guitarra y me he puesto a cantar como si estuviese en casa. Eso es lo que hago: cantarlas a mi manera sin pretensiones porque, cualquiera de las canciones que he elegido tiene versiones anteriores maravillosas con las que no pretendo competir.

¿Qué faltaría si Pedro Guerra no se hubiese dedicado a la música?
Hombre… faltarían mis canciones. Habría gente que no notaría nada y otros, que han disfrutado de ellas, a quienes les faltarían. No creo que sea importante.

¿Entonces, qué quieres transmitir con tu música?
Mi visión. De la misma manera que con “Alma Mía” la doy sobre unas canciones que ya están hechas, cuando hago mis canciones doy mi visión sobre diferentes temas. Para mí, la música es un medio para comunicarse con los demás. Yo reflexiono a través de la música yo pienso sobre determinados temas y yo canto lo que pienso, lo que siento y es eso. Doy mi visión.

¿Cómo ves a la sociedad actual en cuanto a la música, en cuanto a los valores?
¿A qué habría que atacar?

Yo creo que, atacar, a nada.

¿Y abordar?
Yo transmitiría a la gente que tenemos un problema ahora mismo, simplemente. Con las cuestiones de la música que es algo básicamente espiritual y emocional, para realizarla hace falta el trabajo de muchas personas. Finalmente, detrás de las canciones y de la música, está el trabajo de un montón de personas. Cuando voy de gira con mi banda, tengo a diez personas a mi cargo. Viven, durante un año y medio de su trabajo y entonces, la cuestion es: si nos gusta la música, queremos música, si la música es importante en nuestras vidas, tenemos que ser conscientes que, para que exista, ese aparato de gente, de trabajadores de la música tiene que existir. Para eso, tiene que colocarse en el mismo lugar donde ponemos el resto de las cosas. Es decir; si pagamos por unas zapatillas, pagamos por una camisa, pagamos por las litronas del fin de semana, si pagamos por todo, la cultura y la música también hay que pagarla. Podemos discutir el precio pero en algun momento tiene que quedar fijado porque ese dinero es el que sustenta una profesion y el trabajo de muchas personas que lo hacen posible. Creo que falta esa conciencia. Hay gente que tiene conciencia social y cívica y entiende que todas las cosas tienen un valor pero la musica y la cultura, ahora mismo, la quieren gratis. Entonces, eso es complicado.

¿Crees en el poder de la palabra y de la música?
Hombre, creo que sí, efectivamente hay un poder a través de la palabra bien utilizada, de la música… Se pueden lanzar determinados mensajes, se puede ayudar, se puede colaborar. Desde luego, a mí la palabra, las canciones y la música me han transmitido muchas cosas y han tenido el poder de ayudarme en determinados momentos de mi vida.

Hablabas de las canciones de “Alma mía” diciendo que estaban dentro de un contexto de reunión familiar.
¿Qué es para ti la familia, cómo la valoras?

Para mí es lo más importante. Hay como dos familias. La primera es la que te toca con la que yo tengo la suerte de tener una relación muy buena y es importante en un momento dado de tu vida y después está la familia que tú eres capaz de crear que, para mí, es igualmente muy importante.

Colaboras en el proyecto “Por un fin”. Cuéntanos.
En este proyecto yo soy uno más de los muchos cantantes participantes porque lo organiza la compañía discográfica y este es un proyecto cuyos beneficios van a ir a una acción que se va a realizar en el Sahara y es un disco en que se juntan actores y actrices con cantantes. Yo hago el tema de Luz Casal “Lo es todo” con Silvia Abascal, esa es toda mi participación.

Ahora hay mucho grupo comercial. Como cantautor, ¿Qué opinión te merecen?
Siempre ha habido un lado más comercial, más producto y gente más comprometida, con más sustancia, más valores. Los cantautores, por norma, tenemos un compromiso grande, no solo social sino con nuestro trabajo y luego hay fenómenos comerciales que duran más o menos tiempo y la gente creo que sabe disfrutar de las dos cosas y espero que siga siendo así. Saber disfrutar de la música con la que me gusta entretenerme y con esta otra música con la que me gusta tener una relación de más profundidad. Mientras eso sea así habrá sitio para todos.

Profundizar hoy suena raro, antiguo,… hemos creado una sociedad con poca sustancia y valores muy efímeros.
El problema es que todos conocemos lo que los medios nos enseñan. Hay muchas cosas. Quizá requiere un mayor esfuerzo conocerlas. Pero hay. Hay gente que hace cosas muy interesantes a todos los niveles pero que no es tan sencillo conocerlo y llegar. Hay chavales que están al rollo de la masa y hay chavales que están metidos en asociaciones, ayudando a los demás, siendo solidarios, preparando grupos en locales de ensayo, pasando muchas horas,… Lo que sí es que cada vez nos exige un esfuerzo grande. Nadie te va a decir donde está y lo vas a tener que buscar tú. Se parece a internet. En internet hay de todo pero hay cosas que hay que buscarlas muy concienzudamente y otras que en cuanto das dos pasos te las encuentras. Pues la vida es algo así.

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